jueves, 7 de mayo de 2009

Un recuerdo imborrable


-"¿Ha llegado ya mamá? "Pregunté con impaciencia a mi hermana la mayor. - "No, pero tiene que estar al caer." Me respondió. Estaba deseando que mis padres llegaran a casa, después de haber recibido las mejores notas en el colegio. Estaba emocionada, había tenido todo sobresalientes menos un notable en mates. Mi profe me había dado la enhorabuena por haber sido la que mejores notas había sacado de la clase de 7º-A. Me moría porque mis padres vieran mis notas, estaba tan contenta...

El tiempo pasaba y no llegaban a casa. Yo me tenía que ir a entrenar a balonmano, pero ...¿cómo podría esperar a la noche para enseñarles mi gran triunfo? De repente sonaron las llaves en la puerta del piso. Eran ellos. Fui corriendo a coger mi boletín de notas que había dejado en la habitación. Cuando fui al salón ya estaba mi padre sentado en el sofá. Olía a alcohol, a cerveza. Con su eterno cigarro Condal encendido sobre el cenicero de hierro que mi propio abuelo había fabricado hacía ya unos cuantos años. A voces le preguntó a mi madre - "¡¿Qué vamos a comer hoy?! Seguro que no hay nada para comer, porque como no te daba la gana venirte a casa a preparar la comida, por querer quedarte conmigo en el bar." Mis hermanas y yo habíamos comido unos macarrones con tomate que preparó la mayor. Entonces ella contestó, - "he hecho unos macarrones". - "Los macarrones se los va a comer tu madre, si quiere".- respondió él muy enfadado y con la lengua un poco enredada debido al alcohol que había tomado. Se fue para la cocina con la mirada encendida y comenzó a discutir con mi madre, que hacía como si no pasara nada. Él la insultaba, la denigraba, nos insultaba a nosotras, menospreciándonos, diciendo que no valíamos para nada, ni para freír un huevo.

La situación era muy incómoda, sobre todo ver a mi madre como lloraba en silencio, porque nunca le decía nada cuando se ponía así. A nosotras nos decía que no nos preocuparamos que él era así, que nos quería mucho, pero a su manera. Y yo me preguntaba, ¿esto es querer? Pues los padres de mis amigas no las "querían" de la misma manera. Ellas hablaban maravillas de sus padres, que las llevaban al parque de atracciones, que iban con ellas a los partidos de balonmano, que les hacían regalos por sacar buenas notas... No entendía a mi padre. No entendía que nos pudiera insultar y menospreciar de esa manera... No entendía que fuera tan amable con sus amigos y amigas y que cuando llegaba a casa se convirtiera en el ogro de mis cuentos.

Yo, allí en medio de esta guerra inexplicable, con la ilusión de mis calificaciones, no sabía qué hacer. "- Se las enseñaré esta noche, a ver si ya se ha calmado", pensé. Después de haber despotricado contra todas nosotras, se volvió al salón y se sentó en el sofá, ordenándonos que nos fuéramos de allí, que no nos quería ni ver.
Yo cogí a mi hermana la pequeña y me la llevé al entrenamiento y mi hermana la mayor se tuvo que ir a abrir la tienda, ya que él se quedaba durmiendo la borrachera en el sofá.

Cuando volvimos a casa, no había nadie. Seguro que estaban todos en la tienda. Cogí mi boletín de notas y mi hermana y yo nos fuimos para el barrio de la tienda. Llegamos al ultramarinos y estaba mi madre y mi hermana la mayor. Mi madre nos preparó un bocata de foigrás para merendar. Le enseñé las notas a mi madre y se puso muy contenta. Me dio un beso y la enhorabuena. A continuación me dijo: - Ve a enseñárselas a tu padre que está en la papelería. Con el recuerdo de la discusión reciente, me dirigí a la otra tienda. Y allí estaba él, en la trastienda comiéndose unas galletas de vainilla que tanto le gustaban. "-Papá, hoy me dado las notas en el cole, y vengo a enseñártelas para que me las firmes". Las cogió con desaire, las miró brevemente y las firmó. -¿Has visto todos los sobresalientes que he sacado? Le dije con ilusión. - Eso es lo que tienes que hacer, es tu obligación. - Me respondió .

Ni un beso, ni un abrazo, ni una palabra de felicitación, ese fue el premio que tuve cuando saqué las mejores notas del curso de 7º-A.


Dedicado a todas esas familias que viven en una pesadilla interminable preguntándose qué habrán hecho mal para que sus maridos/padres sean así de malos. Esta canción titulada "Malo", de la extremeña Bebe, pone el bello de punta.




5 comentarios:

HADALUNA dijo...

¿Te imaginas que hubiera que examinarse para obtener el carnet de padres?
¡Hay tantos que no lo tendrían por mucho que se examinaran!
El desprecio,la indiferencia es muchas veces el peor "regalo" para un niño.
Pero ¿sabes lo más gracioso? que luego esos padres "sin título" se creen con derechos.
Vamos, pocas obligaciones y muchos derechos.
En fin, por suerte no todos son iguales.

Por cierto,¿te he dado ya las gracias por mi premio? jajajaja....
Mil besitos con alas y que pases un fin de semana estupendo.

Anónimo dijo...

Se lo tormentoso que ha sido para ti la mala relación con tu padre, pero intenta vivir lo que tienes y como eres, no olvides que tienes dos hermanas más, tu madre que te sigue queriendo y la mejor sobrina que podrías tener, tienes a tus amigos y amigas, y porque no tus compis de pisp je je je, y no te olvides de mi, tienes muchas cosas bonitas para ser feliz y la primera eres tu misma, por ser como eres. Un petó.

luna dijo...

A veces la vida nos regala cosas que realmente no queremos, pero... hay que aceptarlas, asumirlas o hacerlas lo más llevadera posible...

Recuerdo, recuerdo que siempre estará ahi, pero quedate siempre con lo positivo, lo negativo amarga...

Besazos grandes!!!!

BlueMoon dijo...

Qué triste es recordar estas cosas y parecen que quedan grabadas con fuego para siempre.
Es difícil, pero lo mejor es quedarse con lo bueno y, si no lo hubo, olvidarlo todo y continuar adelante.
Un abrazo muy fuerte.

Atenea dijo...

Muchas gracias a tod@s por vuestros comentarios. La verdad es que no tengo mucho más que decir al respecto, aunque si que podría escribir un libro con anécdotas parecidas a esta que aquí cuento. Es triste tener que vivir ciertas situaciones, duras situaciones, que como bien dice Blue Moon quedan grabadas a fuego para siempre, aunque también te hacen más fuerte y saber perfectamente lo que no quieres en tu vida.
Ahora y siempre mirando hacia adelante y el pasado, pasado está.
Muchos besos