Happy birthday

Querida amiga:

Hoy es tu cumple y me hubiera encantado pasarlo contigo pero por motivos de negocios no podremos pasarlo juntas.
En este día especial en el que cumples ya una cantidad importante de años (aunque no los aparentes) sólo quería dedicarte unas palabras, unas palabras que cuando las leyeras te llenaran ese corazón tan grande que tienes.
Para mi eres como una hermana, ya lo sabes. Siempre estás ahí con tu alegría de vivir y tu desparpajo, siempre brillante como las estrellas.
Hemos vivido tantas cosas juntas que, como siempre decimos, podríamos escribir un libro. Pero sería un libro lleno de historias preciosas, unas más alegres y otras no tanto, pero siempre preciosas. Porque además estamos para compartirlas, para rememorarlas cada vez que nos juntamos para tomarnos nuestro cafelito y fumarnos un cigarrito.
Somos tan diferentes, pero tan iguales a la vez...
Siempre recordaré el día que nos conocimos a través de nuestra querida amiga zoriteña-cacereña, que también con ella para mí fue un reencuentro, una nueva amistad. Pensé que mi reencuentro con ella había sido por algo, porque el destino me tenía algo deparado. Y efectivamente, ese algo fuiste TÚ, una gran amiga con la que estoy segura que podré contar siempre.

Bueno y como regalo de cumpleaños, a parte de la tarta que has podido ver arriba (es bonita, eh?) te dejaré un cuento para pensar de esos que tanto te gustan y una canción que me parece que te gusta mucho. Ahí va...

LA LEYENDA DEL VERDADERO AMIGO

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el
mundo podrá borrarlo.