lunes, 29 de junio de 2009

Hoy es diferente


Hace ya algún tiempo llegó a mí este correo. Por aquel entonces me parecieron unas bonitas palabras expresadas por alguien con mucho sentimiento, simplemente eso.

Hoy lo he vuelto a leer por casualidad y ha significado algo más, me ha llegado mucho más que aquella vez cuando lo leí por primera vez. Será que estoy más sensible, será que estoy madurando, será que me preocupo más por las cosas importantes y menos por las triviales. Será que me estoy empezando a conocerme un poco más y que quiero seguir conociéndome y saber que cosas hago bien o mal, si digo o no lo que siento en cada momento, si está bien hacerlo o sería mejor callar...

Seguro que muchos conoceréis este escrito, pero quería publicarlo aquí por lo que me hizo sentir hoy cuando lo leí, pensando que a lo mejor a alguien le llegue también en un momento apropiado en su vida. Al igual que me ha pasado con mi querida amiga Mónica, que según me comentaba, el regalo que la hice en el blog la animó mucho porque estaba pasando por un momento de bajón, y eso me ha hecho feliz. Ella incluso a hecho una entrada en su blog y me ha encantado. Podéis verlo AQUÍ

Espero que todo el mundo escuche lo que no digo.

"Escucha lo que no te digo"

" No te dejes engañar por mí.No permitas que te engañen mis apariencias, porque no son más que una máscara, quizá mil máscaras que temo quitarme, aunque ninguna me representa.
Doy la impresión de estar seguro, de que todo va viento en popa, tanto dentro como fuera, de que soy la confianza personificada, de que la calma es mi segunda naturaleza, de que controlo la situación y de que NO TENGO NECESIDAD DE NADIE.

Pero no me creas, te lo ruego. Externamente puedo parecer tranquilo, pero lo que ves es una máscara. Por debajo, escondido, está mi verdadero yo sumido en la confusión, el miedo y la soledad. Pero lo escondo. No quiero que nadie lo sepa. Me aterra pensar que pueda saberse. Por eso tengo constantemente necesidad de crear una máscara que me oculte, una imagen pretenciosa que me proteja de las miradas sagaces. Pero esas miradas son precisamente mi salvación, y lo sé perfectamente, con tal de que vayan acompañadas de la aceptación y del amor.

Entonces, esas miradas, se convierten en el instrumento que puede liberarme de mi mismo, de los mecanismos de defensa y las barreras que he levantado entorno a mí, en el instrumento que puede mostrarme aquello de lo que no consigo convencerme: que realmente tengo un valor.

Pero esto no te lo digo, no tengo coraje: Me da miedo que tu mirada no venga acompañada de la aceptación y del amor. Quizá temo lo que puedas pensar, que puedas cambiar de opinión sobre mí, que te burles de mí y que tu sonrisa me fulmine.

En el fondo, lo que temo es No valer nada y que tú te des cuenta y me rechaces. Por eso sigo con mi juego de pretensiones desesperadas, con una apariencia externa de seguridad y con un niño tembloroso por dentro. Despliego mi desfile de máscaras y dejo que mi vida se convierta en una ficción.


Te cuento todo lo que no importa nada, y nada de lo que de verdad importa, de lo que me consume por dentro. Por eso, cuando reconozcas esta rutina, no te dejes engañar por mis palabras:
escucha bien lo que No te digo, lo que querría decir, lo que necesito decir, pero no consigo decir. No me agrada esconderme, te lo aseguro, me encantaría ser espontáneo, sincero y genuino, pero tendrás que ayudarme. Por favor, tiéndeme tu mano, aún cuando parezca que eso es lo último que deseo.

Tú puedes sacar a la luz mi vitalidad,
cada vez que te muestras amable, atento y diligente,
cada vez que tratas de comprenderme,
cada vez que me aceptas tal y a pesar de lo que soy.
Porque me quieres,
mi corazón palpita y renace.
Quiero que sepas lo importante que eres para mí
y el poder que tienes, si quieres,
de sacar a la luz la persona que yo soy.
Escúchame, te lo ruego.
Tú puedes derribar las barreras
tras las que me refugio,
tú puedes arrancar mi máscara,
tú puedes liberarme de mi prisión solitaria.

¡ No me ignores ¡ ¡ No pases de largo, por favor ¡

Ten paciencia conmigo. A veces parece que, cuanto más te acercas,
tanto más me rebelo contra tu presencia. Es irracional, pero es así: combato aquello de lo que tengo necesidad.

¡ Así somos los humanos muchas veces ¡

Ayúdame a derribar las barreras
con tus manos firmes,
pero a la vez delicadas,
pues dentro de mi habita un niño
y un niño es siempre muy frágil.

¿Te preguntas quién soy?
Soy alguien a quien conoces muy bien.
Soy cada persona con quien te encuentras.

Soy... Tú mismo ".

3 comentarios:

HADALUNA dijo...

Precioso texto, no lo conocía.

A veces nos tropezamos con personas que se empeñan en creer que son autosuficientes y que no necesitan de nadie, aunque lo único que tú les ofrezcas sea una mano amiga, y creo que todos en algún momento precisamos de una mirada amable, de una sonrisa cálida, de un gesto que nos reconforte....

Besitos con alas.

Merlencería Esther dijo...

Buen relato,aunque por si solo no tiene fuerza ninguna...
Uno mismo es el que debe crear esa fuerza y no llegar a depender de nada ni de nadie,una vez se es independiente sobre todo psíquicamente,entonces es cuando se puede compartir la amistad,el amor,las miradas cara a cara, sin temor a fallar,mentir,aparentar...por que no lo necesitarás, cuando mientes a los ojos de los demás quien más sufres eres tu mismo y quien se miente no vive tranquilo.
"Haz lo que creas y créete siempre lo que hagas".

Bss,nos vemos

Atenea dijo...

Hadaluna, me alegro de haberte descubierto algo que no conocías. Es cierto que es un texto precioso.
Besitos mil

Hermana, parece que la vida nos enseña más que la universidad, verdad? Me agrada que hayas agregado estas sabias palabras que sólo te las puede haber dado la experiencia.
Muuaa y si, seguro que nos vemos jeje