lunes, 9 de marzo de 2009

El viaje de mi vida


Son las 6 de la madrugada y me despierto con la ilusión de realizar un viaje, pero no un viaje cualquiera, no. Ayer preparé mis maletas para irme de aquí. Tú siempre me dijiste que estaba en lugar equivocado, que soy el tipo de persona que no encaja en este cuadro.

Me doy una ducha y hasta el gel huele mejor que nunca, el agua cae con la fuerza justa y está tibia. Mientras, me imagino la llegada, esa llegada que tanto he deseado... Volver a verte de nuevo y saber que compartiré mi vida contigo y que nunca más volveremos a separarnos. Que ya no habrá más tristes despedidas sin saber cuando llegará el día en el que volveremos a encontrarnos. Ya no habrá más lágrimas de desconsuelo, no habrá más sensaciones de querer estar juntos y tener que separarnos. Sólo habrá alegría, felicidad y amor, mucho amor, todo ese que antes no pudimos entregarnos...

Pero quiero disfrutar de cada instante, de cada sensación, de todo el proceso que me llevará hasta mi destino.

Nunca pensé que llegaría este momento en el que lo dejaría todo atrás, aunque soy consciente de que habrá muchas cosas que echaré de menos, sobre todo a mi familia y a mi gente que siempre están ahí, pero sé que seguirán estando aunque yo esté lejos...

Hoy comienza mi vida de nuevo, en otro lugar, con otras gentes, con otras experiencias, pero con muchas ganas de hacerlo.

Son las 10:37 de la mañana del día de mi vida. Podría estar trabajando, o comprando, o desayunando, pero no, no es ese el caso. Estoy a punto de coger un avión que me llevará a donde mi corazón siempre me ha dictado. Hoy parece que todo tiene más luz, que el aire se respira mejor. La gente sonríe más que nunca, y yo creo que también.

Otra vez vuelve a mi mente la llegada que en un par de horas será una realidad. Tú me estarás esperando impaciente por darme ese gran abrazo. Será tan intenso que nos unirá para siempre y nunca más podremos separarnos. Te envio un mensaje al móvil para que sepas que ya he embarcado en este avión de los sueños realizados. Estoy temblando, temblando de emoción, de impaciencia por verte, por quererte. Ni siquiera siento ese miedo que me da el avión gracias a que mi mente no para de imaginar, de planear...¿Cuántas veces me habré imaginado cómo sería la vida contigo? Voy en una nube, y lo tengo claro, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado...


Pero, ¿qué pasa? ¿Por qué todo el mundo grita? Acabo de despertar de mi sueño, el avión está descendiendo a toda velocidad y sin control . Esto parece el fin. Sólo me dió tiempo a decir: " te espero en la otra vida, Mi Amor ".

4 comentarios:

HADALUNA dijo...

Un final demasiado triste para una historia de amor tan hermosa.

Besitos.

Anónimo dijo...

Una historia preciosa, dedicada al amor, cuando se siente en la distancia.
Me hubiera gustado que tuviese otro final para ti, pero piensa que si no puedes realizar nunca ese viaje, será porque tu destino será otro, quizás esa vez, sea en barco. Un besazo.

Atenea dijo...

Sí Hadaluna, es un final muy triste, pero tú bien sabes que las grandes historias de amor tienen finales trágicos, tal y como ocurre en esta que relato. Así lo sentí y así lo hice llegar.
Besos.

Atenea dijo...

Querida Queen, en realidad llevas toda la razón, debe ser que ese viaje nunca lo realicé porque quizá me espera realizar otro más sencillo, menos complicado. Gracias por tus palabras.
Un besazo para ti también.